Sistema nervioso autonomo simpatico

Función del sistema nervioso simpático

Como a muchos estudiantes se les ha hecho creer que el sistema nervioso autónomo es relativamente primitivo, la mayoría ha llegado a la conclusión de que la regulación normal de este sistema se produce a nivel ganglionar o, en el mejor de los casos, espinal. Por lo tanto, a menudo se sorprenden al descubrir que la disfunción del cerebro suele ir acompañada de una disfunción autonómica que puede poner en peligro la vida. Por ejemplo, los pacientes con transección espinal pueden sufrir graves crisis hipertensivas provocadas por una vejiga llena, un colon impactado o incluso por acariciar la piel. Esto no quiere decir que la médula espinal y los ganglios autónomos no desempeñen un papel importante en la regulación autonómica. Pero, que la organización de la salida autonómica tiene lugar a niveles supraespinales.

Se produce una amplia interconexión entre los sitios que reciben entradas viscerales y que controlan las salidas eferentes autonómicas, entre los sitios para el control de la salida del sistema nervioso simpático frente al parasimpático, y entre los sitios para el control autonómico y los circuitos somáticos, endocrinos y límbicos. En conjunto, este conjunto de interconexiones se denomina red autonómica central.

Sistema nervioso parasimpático

Sistema nervioso simpáticoIlustración esquemática que muestra el sistema nervioso simpático con el cordón simpático y los órganos diana.DetallesIdentificadoresLatinpars sympathica divisionis autonomici systematis nervosiAcrónimo(s)SNSMeSHD013564TA98A14.3.01.001TA26601FMA9906Terminología anatómica[editar en Wikidata]

El sistema nervioso simpático (SNS) es una de las dos divisiones del sistema nervioso autónomo, junto con el sistema nervioso parasimpático[1][2] El sistema nervioso entérico se considera a veces parte del sistema nervioso autónomo, y a veces se considera un sistema independiente[3].

El sistema nervioso autónomo funciona para regular las acciones inconscientes del cuerpo. El proceso principal del sistema nervioso simpático es estimular la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Sin embargo, está constantemente activo a un nivel básico para mantener la homeostasis[4] El sistema nervioso simpático se describe como antagónico al sistema nervioso parasimpático, que estimula al cuerpo para “alimentarse y reproducirse” y para (después) “descansar y digerir”.

Sistema nervioso simpático y parasimpático

Todos los receptores beta están acoplados a proteínas Gs. Los receptores alfa impares y los receptores de acetilcolina muscarínicos (alfa-1, M1, M3 y M5) están acoplados a proteínas Gq. Los receptores alfa pares y los receptores de acetilcolina muscarínicos (alfa-2, M2 y M4) están acoplados a las proteínas Gi. Tipos de fibras nerviosas

La lesión del tronco simpático cervical (especialmente el ganglio cervical superior, que suministra a las estructuras viscerales de la cabeza y el cuello) puede dar lugar al síndrome de Horner (ptosis parcial, miosis, anhidrosis).

El sistema nervioso simpático frente al parasimpáticoLos sistemas nerviosos simpático y parasimpático median numerosos efectos, a veces antagónicos, en los órganos que inervan. En general, el sistema nervioso simpático estimula la respuesta de lucha o huida del cuerpo, mientras que el sistema nervioso parasimpático controla la homeostasis y el cuerpo en reposo.

Sistema nervioso entéricoEl sistema nervioso entérico cuenta con complejas redes de fibras nerviosas aferentes y eferentes. Puede funcionar independientemente del cerebro y la médula espinal, pero su actividad suele estar modulada por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.

Sistema nervioso somático

El sistema nervioso autónomo (SNA), antes denominado sistema nervioso vegetativo, es una división del sistema nervioso periférico que abastece al músculo liso y a las glándulas y, por tanto, influye en la función de los órganos internos[1] El sistema nervioso autónomo es un sistema de control que actúa en gran medida de forma inconsciente y regula las funciones corporales, como el ritmo cardíaco, la digestión, la frecuencia respiratoria, la respuesta pupilar, la micción y la excitación sexual[2] Este sistema es el principal mecanismo de control de la respuesta de lucha o huida.

El sistema nervioso autónomo está regulado por reflejos integrados a través del tronco cerebral hasta la médula espinal y los órganos. Las funciones autónomas incluyen el control de la respiración, la regulación cardíaca (el centro de control cardíaco), la actividad vasomotora (el centro vasomotor) y ciertos actos reflejos como la tos, los estornudos, la deglución y los vómitos. Estos se subdividen a su vez en otras áreas y se vinculan también a los subsistemas autónomos y al sistema nervioso periférico. El hipotálamo, situado justo encima del tronco encefálico, actúa como integrador de las funciones autonómicas, recibiendo información de regulación autonómica del sistema límbico[3].